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Hola.

Yo soy Francisco Antonio Reyes Salas (Paco Reyes "El Papichi")

     Nací un 25 de noviembre de 1980 en Poza Rica, Veracruz, México. Mi padre fue primeramente campesino; luego, petrolero, obrero de PEMEX, mecánico. Mi madre, ama de casa, mi vigilante, educadora y protectora diaria. No tuve hermanos, por poco ni yo logro nacer vivo, fue un parto difícil.

  Tuve una buena infancia, me encantaba andar trepado en los árboles todo el tiempo, jugar con mis amigos y amigas de mi calle y mis primos (que eran un montón) en las fiestas familiares. Casi no vi tele (no tenía), tampoco había celulares que me distrajeran. Teníamos un radio pequeño que prendía mi padre en las mañanas antes de irse a trabajar, su estación preferida era una de canciones rancheras (Pedro Infante, Charro Avitia, Luis Aguilar, Pedro Vargas, Antonio Aguilar, Cuco Sánchez, Jose Alfredo Jiménez, etc.). A las 5 de la mañana yo desayunaba con él escuchando aquella estación.

     Cuando mi padre se iba, mi madre cambiaba de estación para escuchar baladas y boleros románticos (Leo dan, Piero, Leonardo Favio, Vikki Carr, Juan Gabriel, Rocío Durcal, Daniela Romo, Lucía Méndez, tríos, etc.). Más entrado el día, ya con el sol bien encendido, realizaba las tareas del hogar cambiando de nuevo la estación a una más "cumbianchera" (Tropical, cumbias, mambo, cha cha cha, etc.). Ese menjurje es el de mayor influencia en lo que actualmente escribo.

     Aprendí a leer pronto y me refiné a Memín Pinguín, Clásicos Ilustrados, El mil chistes, mucha literatura barata como traileros, el libro vaquero, barrios, etc. Y de pronto, en algunos ratos de calma, me daba por escribir rimas sobre cualquier cosa y darles una tonadita. Aquellas fueron mis primeras canciones entre los 5 y 6 años.

   Papá siempre quiso aprender a tocar guitarra, pero decía que a su edad ya no le era posible hacerlo, el trabajo y la ruda vida que llevó le dejaron los dedos muy tiesos. En un viaje al puerto de Veracruz, un tío le vendió su guitarra que había hecho con sus propias manos. A mis diez años cumplidos le pidió a uno de sus amigos que me enseñara a tocar aquella guitarra, pero mi sueño y mi obsesión en ese entonces era ser futbolista, así que ni puse atención ni le di importancia a lo que aquel maestro me decía en cada clase. El maestro se dio por vencido y claudicó. A pesar de ello nunca dejé de escribir, a veces en prosa, a veces en verso. Siempre me gustó escribir historias de lo que escuchaba en las pláticas de los adultos y de lo que escuchaba o veía en las noticias ya con tele en casa.

     En la secundaria, con la flauta tuve mis primeras nociones de lo que era realmente la música. Hasta esa época fuí terriblemente tímido.

     Llegó la preparatoria y con ella un cambio de escuela y compañeros de clase. Al terminar el primer semestre, un amigo no pudo acreditar favorablemente para pasar al siguiente y se cambió de escuela. Un tiempo después me pidió prestada mi guitarra (aquella que había comprado mi padre 5 años antes) para la clase de música que le daban en la nueva preparatoria. Se la presté con la condición de que el fin de semana me pasara sus apuntes y me prestara la guitarra para practicar. Así fue como aprendí mis primeros acordes. Más tarde aprendería mi primera canción gracias a los “Guitarra fácil” que compraba y tips que otros amigos que sabían tocar el instrumento, me daban.

      Conforme iba aprendiendo a tocar y participaba en eventos artísticos del plantel, la timidez se fue alejando poco a poco. Mi guitarra me dio seguridad. Eso me gustó y me convencí que lo que yo quería hacer el resto de mi vida era escribir canciones, tocarlas con mi guitarra y cantárselas a mucha gente.

  No se me hizo estudiar la licenciatura en música, pero hasta la fecha no he dejado de componer con lo poco que sé de este arte. Cada día trato de aprender algo más y hacerlo mejor.

     Soy Ingeniero Químico de profesión y un Hartista que le gusta escribir canciones. Tengo una esposa y dos florecitas que amo. Tengo canciones escritas y muchas más por nacer. Cada vez tengo más amigos y más experiencias que contar. Me gusta viajar y escapar de repente a la aventura, física o mentalmente mediante la lectura. Soy feliz y es un placer CANTARTE mi historia. Gracias por escuchar. Bienvenido a mi PapichiCueva

 ¡PÁSELE!  

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